Hidden Figures

“Meet the women you don't know, behind the mission you do”

La ingeniería aeroespacial, es una rama de la ingeniería que estudia a las aeronaves; engloba a los ámbitos de la actual ingeniería aeronáutica, relacionada con el diseño de sistemas que vuelan en la atmósfera, y de la ingeniería espacial, entendiendo por esta última, aquella que se ocupa del diseño de los vehículos impulsores, y de los artefactos que serán colocados en el espacio.
Mientras que la ingeniería aeronáutica, fue el término original, el término más amplio “aeroespacial”, lo ha sustituido en el uso.
El fundamento de la mayoría de sus elementos, está en matemática teórica, como la dinámica de fluidos para la aerodinámica o las ecuaciones de movimientos para la dinámica de vuelo; pero también existe un gran componente empírico.
En la historia, este componente empírico, fue derivado de las pruebas con modelos a escala y con prototipos, ya hayan sido en túneles de viento, o en atmósferas libres.
Más recientemente, los avances en computación, han permitido el uso de dinámicas de fluido computarizados para simular el comportamiento del fluido, reduciendo tiempo y gasto en pruebas en el túnel de viento.
El Langley Research Center (LaRC) es el más antiguo de los centros de La NASA, se encuentra en Hampton, Virginia, Estados Unidos; y es vecino de Poquoson, Virginia y de la Langley Air Force Base.
Si bien, el LaRC se especializa en investigaciones aeronáuticas, El Módulo Lunar del Apolo, fue ensayado en cuanto a su capacidad de vuelo en este centro, y varias misiones espaciales de importancia, han sido planificadas y diseñadas en este sitio.
Allí, 2/3 de los programas del centro, se concentran en la aeronáutica, y el resto en el espacio exterior.
Entre 1958 y 1963, cuando La NASA comenzó El Proyecto Mercury, en El LaRC se encontraba la oficina principal del Space Task Group.
El Programa Mercury, fue el primer programa espacial tripulado de los Estados Unidos, desarrollado entre 1961 y 1963, en el marco de La Carrera Espacial.
Los inicios del proyecto, se remontan al 7 de octubre de 1958, 1 año y 3 días después de que La Unión Soviética pusiera al primer satélite en el espacio, en órbita alrededor de La Tierra:
El Sputnik 1.
Así, El Mercury-Atlas 6, fue una misión tripulada del programa Mercury de Estados Unidos, lanzada el 20 de febrero de 1962, usando un cohete Atlas.
La cápsula fue llamada “Friendship 7”, y fue la primera nave estadounidense tripulada, en situarse en órbita terrestre, pilotada por el astronauta John Glenn.
El Proyecto Mercury fue entonces la respuesta de La NASA, ante el liderazgo de ese momento de La Unión Soviética, enfrentada a Estados Unidos durante La Guerra Fría.
Durante El Programa Mercury, los ingenieros estadounidenses, se vieron presionados ante los desafíos que implicaban la construcción de una nave segura, que permitiera a un astronauta, llegar hasta la órbita terrestre sin ser destruido por las enormes aceleraciones que ello implicaba.
Una vez terminada la fase de experimentación y entrenamiento, el 5 de mayo de 1961, Alan Shepard realizaba el primer vuelo suborbital estadounidense.
Dado el liderazgo soviético en el espacio, el gobierno estadounidense presentó al mundo este vuelo suborbital, como un vuelo espacial.
No sería hasta 9 meses más tarde, el 20 de febrero de 1962, cuando el astronauta John Herschel Glenn Jr., se convertiría en el primer estadounidense en orbitar La Tierra, repitiendo así la hazaña de Yuri Gagarin en la URSS.
Después de completar 3 órbitas con duración de 4 horas 55 minutos y 23 segundos, Glenn fue recibido como un héroe nacional, y recibió un gran desfile en su honor.
Pero tras esos grandes logros, hay 3 figuras poco conocidas, “figuras ocultas”
En los años 40, a comienzos de La Segunda Guerra Mundial, La NASA se saltó las leyes segregacionistas de Jim Crow, para contratar a mujeres negras en el departamento de “calculadoras”, como ellos las llamaban.
Estaban faltos de personal, y tuvieron que hacer excepciones…
Estas mentes brillantes, llegaban de universidades solo para afroamericanos, como el Hampton Institute, la Virginia State University, y la Wilberforce University.
Trabajaban para La Agencia Espacial, pero no con La Agencia Espacial, que no es lo mismo.
Utilizaban oficinas, comedores, y baños, separados por raza, que estaban en peores condiciones, y más alejados que los de sus compañeros blancos; y debían ser más eficientes.
No disponían de nada más que un lápiz y una libreta para calcular las ecuaciones que lanzarían a los primeros astronautas, y pondrían a Estados Unidos, por delante de Rusia en La Carrera Espacial.
Entre todas ellas, destacaron 3 mujeres por su constancia y su brillante talento para las matemáticas:
Mary Jackson, Dorothy Vaughan y Katherine Johnson.
Esta última, fue la única que logró colarse en las reuniones de los ingenieros, y fue de vital importancia, cuando John F. Kennedy se propuso enviar al hombre a La Luna.
Sus otras 2 compañeras, también se ganaron un hueco en La Agencia Espacial, que fue sutilmente borrado de sus anales:
Jackson, se enfrentó a un tribunal para cursar sus estudios de ingeniería en La Universidad Hampton, solo para blancos, y ganó.
Después, cuando había alcanzado el mayor rango para una mujer negra en La NASA, se dedicó a la enseñanza.
Por su parte, Vaughan aprendió de forma autodidacta, a utilizar el primer ordenador de La NASA, y compartió sus conocimientos con el resto de “calculadoras” negras.
Pero vayamos a conocerlas:
Katherine Coleman Goble Johnson, es una física estadounidense, científica espacial, y matemática, que contribuyó a la aeronáutica de los Estados Unidos y sus programas espaciales con la aplicación temprana de las computadoras electrónicas digitales en La NASA.
Conocida por su precisión en la navegación astronómica, ella calculó la trayectoria para El Proyecto Mercury, y el vuelo del Apolo 11 a La Luna, en 1969.
Para 1938, Coleman Goble Johnson, fue la primer mujer afroamericana, en terminar con la segregación en la Universidad de Virginia Occidental en Morgantown; y fue 1 de los 3 estudiantes afroamericanos, y la única mujer, seleccionada para realizar estudios de posgrado, luego del fallo de La Corte Suprema de los Estados Unidos, en El Caso Missouri ex rel. Gaines v. Canada.
Fue a partir de una reunión familiar, que un pariente suyo mencionó que la National Advisory Committee for Aeronautics (NACA), luego convertido en NASA, estaba ofreciendo empleos.
En particular, buscaban mujeres afroamericanas para El Departamento de Guía y Navegación.
En 1953, le ofrecieron un puesto a Johnson, quien aceptó de inmediato; y fue inicialmente asignada a la sección West Area Computers, que era supervisada por la matemática Dorothy Vaughan, y luego reasignada al área de Guía y Control de La División de Investigación de Vuelo de Langley.
Más tarde, ella se trasladó al área de Controles de Naves Espaciales.
Durante su notable desempeño, Coleman Goble Johnson, calculó la trayectoria del vuelo espacial de Alan Shepard, el primer estadounidense en viajar al espacio, en 1959.
También calculó la ventana de lanzamiento del Proyecto Mercury de 1961.
En 1962, cuando La NASA comenzó a utilizar computadoras electrónicas para calcular la órbita de John Glenn alrededor de La Tierra, ella fue convocada para verificar los resultados de la computadora.
Más tarde, Johnson trabajó directamente con computadoras digitales.
Su capacidad y reputación por la exactitud de sus cálculos, ayudaron a establecer confianza con la nueva tecnología.
Así calculó la trayectoria de vuelo del Apolo 11 hacia La Luna; y durante el alunizaje, Johnson se encontraba reunida en las montañas Pocono, junto con un pequeño grupo, frente a una pequeña pantalla de televisor, observando los primeros pasos en La Luna.
En 1970, Katherine trabajó en la misión del Apolo 13.
Una vez que la misión fue abortada, el trabajo de Johnson en implementar procedimientos y cartas de navegación de respaldo, ayudó a que la tripulación pudiera regresar a salvo a La Tierra, 4 días más tarde.
Sobre su vida personal, en 1939 se casó con James Francis Goble, con quien tuvo 3 hijas:
Constance, Joylette, y Katherine.
En 1956, James Goble murió de un tumor cerebral inoperable; y en 1959, se casó con El Teniente Coronel James A. Johnson, y continuó su carrera en La NASA.
Participó en el mismo coro de La Iglesia Presbiteriana de Carver por 50 años, y es miembro de la hermandad de mujeres Alpha Kappa Alpha.
Johnson y su esposo, que tienen 6 nietos y 4 bisnietos, viven en Hampton, Virginia.
Dorothy Johnson Vaughan, fue una matemática afroamericana, que antes de trabajar en el Langley Research Center de La NACA en 1943, fue profesora de matemáticas en la escuela secundaria Moton High School, en Farmville, Virginia.
En 1949, Dorothy fue la primera mujer afroamericana, en ser promovida como Jefe de Personal en NACA; y se hizo a cargo de la dirección de la West Area Computers, que la convirtió en El Jefe Interino de Las Computadoras del área del oeste, asumiendo el control a la muerte de una mujer caucásica, en una época en que el racismo era todavía rampante en la mayor parte del país.
El área lo conformaba un grupo de trabajo compuesto exclusivamente de mujeres afroamericanas, especialistas en matemáticas.
Vaughan, continuó en Langley luego de que La NACA se convirtiera en La NASA, especializándose durante el resto de su carrera, en computación y en programación en The IBM Mathematical Formula Translating System( FORTRAN), un lenguaje de programación de alto nivel de propósito general, procedimental, e imperativo, que está especialmente adaptado al cálculo numérico y a la computación científica.
Trabajó en La División de Análisis y Computación del Centro de Investigación de Langley, y también participó en las pruebas del proyecto Solid Controlled Orbital Utility Test system (SCOUT), en la instalaciones de la Wallops Flight Facility.
Tomaría años en el cargo, antes de ganarse el título “oficial” de supervisor.
Esta promoción, permitió a Vaughan convertirse en una defensora de las mujeres de West Computing, así como de las mujeres en otros departamentos.
En cuanto a ser una mujer afroamericana durante ese tiempo, ella misma comentó:
“Cambié lo que pude, y lo que no pude, lo soporté”
Vaughan trabajó en la división de Técnicas Numéricas, a través de los años 60; en una carrera que solo en Langley duró 28 años.
Durante su mandato allí, ella crio a sus 4 hijos, uno de los cuales también ha trabajado para La NASA.
Ella vivió en Newport News, Virginia; y viajaba a trabajar, a través del transporte público.
Murió el 10 de noviembre de 2008, a la edad de 98 años.
Mary Winston Jackson, fue una matemática estadounidense e ingeniera aeroespacial en El Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA), que más tarde se convirtió en La Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA)
En 1951, empezó a trabajar para La NACA; y después de 5 años, fue promovida a ingeniero aeroespacial, trabajando en el análisis de los datos de experimentos en el túnel de viento, y el vuelo de aviones en la rama de aerodinámica teórica de la Subsonic-Transonic Aerodynamics Division en Langley, para comprender el flujo de aire, incluyendo las fuerzas de empuje y resistencia.
Posteriormente pasó a trabajar con los ingenieros de vuelo de La NASA.
Cuando alcanzó el mayor rango como ingeniero, para una mujer negra en La NASA, al no poder acceder al grado de Supervisor, se dedicó a la enseñanza en Langley, donde trabajó para promover cambios, y facilitar el avance de las mujeres y otras minorías.
Muchos años más tarde, ella fue asignada a trabajar con los ingenieros de vuelo en La NASA.
En última instancia, fue autora o coautora de 12 artículos técnicos para El NACA, y La NASA.
Jackson, trabajó para ayudar a las mujeres y otras minorías, a avanzar en sus carreras, incluyendo el asesoramiento de cómo estudiar para que puedan cambiar sus títulos de “matemático” a “ingeniero”, para aumentar sus posibilidades de ascenso, lo que hizo ella misma.
Después de 34 años en La NASA, Jackson alcanzó el nivel más alto de ingeniero, que era posible para ella, sin convertirse en un supervisor.
Ella decidió tomar un corte de sueldo, y cambiar posiciones para convertirse en Directora del Programa Federal de Mujeres en La Oficina de Programas de Igualdad de Oportunidades, y como Directora del Programa de Acción Afirmativa.
Trabajó en La NASA hasta su retiro, en 1985.
Jackson, estuvo casada, y tuvo 2 hijos.
Murió el 11 de febrero de 2005, a los 83 años.
¡Esta es su historia!
“It's equal rights.
I have the right to see fine in every color”
Hidden Figures es un drama en clave de comedia, del año 2016, dirigido por Theodore Melfi.
Protagonizado por Octavia Spencer, Taraji P. Henson, Janelle Monáe, Kirsten Dunst, Kevin Costner, Mahershala Ali, Glen Powell, Rhoda Griffis, Ariana Neal, Maria Howell, Alkoya Brunson, Jaiden Kaine, Wilbur Fitzgerald, Saniyya Sidney, Bob Jennings, Lidya Jewett, Ron Clinton Smith, entre otros.
El guión es de Allison Schroeder, basada en la novela “Hidden Figures: The Story of The African-American Women Who Helped Win The Space Race” de Margot Lee Shetterly; que en el momento en que fue anunciado el film, el libro todavía no se había publicado; que a la vez está basado en la vida real, sobre el trabajo realizado por Katherine G. Johnson, Dorothy Vaughan, y Mary Jackson, en El Proyecto de La Nasa llamado Mercury-Atlas 6 (MA-6), que puso a John Glenn en órbita.
Son 3 historias de 3 mujeres afroamericanas, notables, de gran inteligencia, determinación, compromiso, y honor, en los años en que la segregación racial estaba en su máximo pico; y nos cuenta la historia de la afroamericana y matemática Katherine Johnson (Taraji P. Henson), un genio; y sus 2 colegas:
Dorothy Vaughan (Octavia Spencer) y Mary Jackson (Janelle Monáe), quién, mientras estaba trabajando en el división segregada de Ordenadores de Área Del oeste de Langley Research Center, ayudaron a La NASA en La Carrera Espacial.
Utilizando sus cálculos, John Glenn se convirtió en el primer astronauta estadounidense, en hacer una órbita completa de La Tierra.
Respecto a ese marco histórico, absolutamente vergonzoso, como necesario para mostrar el horripilante trato a personas tan brillantes, que fueron limitadas por el color de piel; sin embargo, el mérito cayó por sí mismo, derribando absurdas barreras.
Hidden Figures funciona también, como tributo romántico a los solucionadores de problemas diarios que, a los ojos de la película, son su propia clase de superhéroes:
La obstinada negativa de los personajes centrales a ceder sus puestos en un equipo que sigue tratando de rechazarlos, es una demostración de heroísmo.
Un revelador recordatorio del absurdo, la crueldad y la generalidad de la segregación racial; solo se hubiera deseado, que la película Hidden Figures, hubiera existido en el momento que representa.
“Every time we get a chance to get ahead they move the finish line.
Every time”
No hay ninguna duda, de que estas mujeres brillantes, se merecían una película.
La participación de las matemáticas y astrofísicas:
Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson en La Carrera Espacial de La NASA durante los años 60 del siglo pasado, aportando los cálculos necesarios para que John Glenn realizara con éxito la primera órbita completa alrededor de La Tierra y, a finales de la década, La Misión Apolo 11 llegara La Luna, fue vergonzosamente silenciada durante decenios, por el machismo y el racismo estructurales, esas brillantes científicas, eran mujeres afroamericanas.
La reivindicación de su trabajo, primero en el ensayo histórico de Margot Lee Shetterly, que ha servido de base al filme, era necesaria y perentoria.
Hidden Figures, cuenta pues la historia real de una física, una científica espacial, y una matemática, las 3 afroamericanas, que tuvieron un papel esencial en La Nasa.
El director Theodore Melfi, nos presenta el ascenso de las 3 mujeres a lo más alto del campo aeroespacial en los fascinantes primeros días de La NASA, y nos muestra la atrevida búsqueda del primer viaje orbital, aparentemente imposible, de La Tierra, así como las cosas tan poderosas que pueden resultar de la unión de las mujeres.
Además de todas sus alegrías y triunfos, Hidden Figures también tiene lugar durante la lucha por los derechos civiles, la batalla por ganar La Guerra Fría, y la lucha por ser la primera superpotencia en llevar a un humano fuera del planeta Tierra; así como el esfuerzo continuo por mostrar, que los alucinantes avances tecnológicos que determinan el futuro del mundo, no tienen nada que ver con el sexo o la procedencia.
La dirección es notable, dando igual trato al drama como a la comedia, o mejor dicho, sirviéndose de la comedia para relatar momentos muy crudos, como por ejemplo, el momento del baño, al inicio, en esa solo escena, ya nos pone en el contexto de la época.
La ambientación es otro elemento positivo, así como el vestuario y el decorado están a muy buen nivel, elementos que ayudan a la credibilidad de la historia.
Pero la mayor hazaña de Hidden Figures, consiste en combinar todos los ingredientes del drama académico, con una eficacia alejada de cualquier resquicio de cinismo.
Una dedicación absoluta al oficio que habría que reconocer más.
Ahí está la construcción como narración colectiva, donde pronto, Katherine Johnson pasa a ocupar el lugar central, o el impecable trío de protagonistas:
Taraji P. Henson, Octavia Spencer y Janelle Monáe.
La misma dedicación demuestra los secundarios, con Kevin Costner y Kirsten Dunst, para elevar cada subrayado de guión, contra la discriminación consciente e inconsciente; y con Mahershala Ali, demostrando que su talento merece películas mejores, afortunadamente, tiene “Moonlight” (2016)
Todos reman por el bien común, todos están enormes, cada uno a la altura de sus papeles, desde Costner a Glen Powell, que está muy bien en su corta intervención; pero sobre todo:
Spencer, Henson y Monáe.
Ellas son la razón para ver Hidden Figures; porque sus papeles rompen con los estereotipos de la mujer negra en los medios, que raramente son las protagonistas, heroínas o combatientes.
Por eso tanta celebración y expectativa por el lanzamiento de Hidden Figures; que sin embargo, fue motivo que controversia, que la piel de las actrices fue aclarada en algunas piezas de la campaña de divulgación, como por ejemplo, en el cartel oficial de la película.
Sobre sus hombros no solo cae todo el peso de la historia afroamericana de EEUU en general, sino el logro de la mujer en el campo científico.
Hidden Figures, es una película que exige que los teatros de cine retiren los asientos y suban el volumen, porque es una película para ver de pie, para llorarla, para vitorearla…
¿Acaso eso no es lo que se busca en el cine, que nos llene de emociones, que nos cambie las actitudes, que nos haga reflexionar y ser mejores personas?
¿Al final, no es de eso de lo que se trata; de que el recuerdo de estas mujeres, cuyo esfuerzo se repartía cada día de trabajo entre hacer los cálculos matemáticos más complejos, y combatir la discriminación activa y pasiva de quienes las rodeaban, obtenga un reconocimiento cultural parejo al de otras personas excepcionales, cuya vida ha contado Hollywood recientemente?
¿Por qué exigirle intrepidez cinematográfica a una película que no busca nada más que reparar una injusticia, con herramientas socialmente aceptadas?
Bueno, puede que porque las protagonistas reales no se conformaron con las inercias segregacionistas del mundo donde les tocó vivir, así que tampoco había necesidad de plegarse a los designios del cine oscarizable para contar su historia.
Como dato de producción, se cuenta que cuando Taraji P. Henson firmó para el papel principal, se reunió con Katherine Johnson, que tenía 98 años de edad, para discutir el personaje que estaba a punto de retratar.
Henson se enteró, de que Johnson se había graduado de la escuela secundaria a los 14 años, y de la universidad a la edad de 18 años, y seguía siendo tan lúcida como cualquier persona años más joven.
Después de que Hidden Figures fuera examinada para Johnson, ella misma expresó su aprobación genuina del retrato de Henson, pero se preguntaba:
¿Por qué alguien desearía hacer una película sobre su vida?
Por otra parte, Mahershala Ali y Janelle Monáe, también aparecen como pareja en otra película, “Moonlight” (2016)
Un error notable, es que en una escena clave, Al Harrison (Kevin Costner) en Mercury Mission Control, envía a Sam para localizar a Katherine, que está en el West Computing Hall; y hacer que su chequeo de algunos cálculos para hacer despegar a Glen.
Lo vemos correr para encontrarla, luego los vemos de regreso…
Pues bien, el West Computing Hall, es parte del campus Langley de La NASA, y está localizado en Virginia; mientras que el Mercury Mission Control, está en el complejo de lanzamiento de Cabo Cañaveral, en Florida.
¿Cómo se trasladaron?
Varios de los decorados de la consola de control en el set del Mercury Mission Control, fueron originalmente construidos para la sala de control de misiones, establecida para el filme “Apollo 13” (1995)
Por otra parte, entrando en materia racial, si el año pasado todo lo que recibieron los Oscar fueron críticas por ser #OscarSoWhite, pues todos los actores nominados en la categoría de actuación, eran caucásicos por segundo año consecutivo; este año, las películas que tienen posibilidades de entrar en la carrera de premios, parecen haberle buscado remedio.
Los Oscar tienen este año, la difícil tarea de luchar contra la polémica racial, que ya condenó la actriz Viola Davis, cuando tras ganar el Emmy a Mejor Actriz protagonista por su papel en la serie “How To Get Away With Murder”, explicó en su discurso, que “si los actores y las actrices de color no ganaban premios, era porque no les daban papeles”
Los premios Tony de 2016, premios otorgados al teatro y al teatro musical de EEUU, dieron sus 4 galardones de actuación más importante, a 2 actores, y a 2 actrices afroamericanos.
Este año, será el primero en el que La Academia de Las Artes Cinematográficas, vote las mejores películas del año, con sus nuevas normas, ya que debido a la polémica, La Academia se lo tomó como un aviso, y decidió renovar a sus miembros votantes.
De los más de 6000 miembros de ésta, la mayoría eran, y son hombres caucásicos de más de 50 años.
Ahora, cada miembro será revisado cada 10 años, y sólo podrá seguir siendo académico, si sigue estando activo dentro de la industria cinematográfica.
Los miembros, sólo podrán tener una plaza vitalicia, si pasan más de 30 años en activo, o si son nominados o ganadores de la estatuilla.
El objetivo es, doblar el número de mujeres y miembros de minorías para 2020.
Todavía está por ver, si estos cambios tienen un resultado visible en el palmarés, y las nominaciones de la próxima gala del Oscar, pero tras conocer los más de 600 nuevos miembros de La Academia, el 46% son mujeres, y el 41% personas de color; y ver la oferta de películas que este año están dispuestas a formar parte de la carrera al Oscar, tenemos los dedos cruzados, porque todo indica que estaremos ante unos premios mucho más diversos y merecidos.
Por último, el productor musical, Pharrell Williams, también supervisó todos los elementos musicales, y la banda sonora.
“Here at NASA we all pee the same color”
Todos han oído hablar de las misiones Apolo.
Todos podríamos nombrar de inmediato, los astronautas que dieron los primeros y grandes pasos para la humanidad en el espacio:
John Glenn, Alan Shepard, y Neil Armstrong.
Pero, por increíble que parezca, Katherine G. Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson, son nombres que no son repasados en las escuelas, o que incluso sean conocidos por la mayoría de la gente, a pesar de que sus roles audaces, inteligentes y poderosos, como las ingeniosas “computadoras humanas”; fueron indispensables para los avances que le permitieron a los humanos, viajar hacia el espacio exterior.
Cruzando fronteras de género, estereotipos establecidos por una sociedad prejuiciada, y la imprudencia de muchos para obstaculizar su éxito, estas 3 mujeres pioneras, y  genios en las matemáticas, lograron adentrarse en La NASA, y crear un impacto formidable en la historia.
Y es que su historia tiene un gran valor histórico, como uno de los momentos más importantes para EEUU, crucial para demostrar la efectividad de los avances tecnológicos que se encontraban desarrollando durante La Guerra Fría; y para la mujer misma como género y como raza afroamericana.
En total, Katherine Coleman Goble Johnson fue coautora de 26 artículos científicos.
La NASA mantiene una lista de los artículos más importantes escritos por Johnson, con enlaces a su herramienta de búsqueda.
El impacto de ella, como pionera en la ciencia espacial y en la computación, se ve reflejado en los premios que ha recibido, y la cantidad de veces que ha sido presentada como “un ejemplo para la sociedad”
Desde 1979, antes de jubilarse, la biografía de Katherine tiene un sitial de honor en las listas de afroamericanos en ciencia y tecnología.
El 16 de noviembre de 2015, El Presidente Barack Obama, incluyó a Johnson en una lista de 17 estadounidenses acreedores de La Medalla Presidencial de La Libertad; siendo presentada el 24 de noviembre de 2015, y mencionada como “una mujer afroamericana pionera en STEM”, acrónimo en inglés para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
El 5 de mayo de 2016, le dedicaron formalmente las nuevas instalaciones de investigación en informática, Katherine G. Johnson, en El Centro de Investigaciones de Langley, en Hampton, Virginia.
Ello sucedió, en conmemoración del 55° aniversario del histórico lanzamiento de Alan Shepard, que fue posible gracias a Katherine Johnson.
Hoy, Katherine Coleman Goble Johnson, tiene 98 años.
Hidden Figures debe servir como recordatorio de que hay que proteger nuestros derechos, y que aún tenemos mucho trabajo por hacer para lograr la igualdad, más allá de género, raza, o creo.

“We go from being our father's daughters, to our husband's wives to our babies' mothers...”



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